El destino a veces esta de tu lado, hoy quizás me toco ser el que recibió ese regalo de la vida, porque el destino quiso que no estuviese en ese tren, tome un par de trenes mas atras, tardo demasiado el colectivo y me retrase, normalmente suelo tomar el tren que llega a las 8,30 a Once. Quienes no viajan en el sarmiento a esa hora no puede saber como nos tratan, viajamos hacinados en trenes viejos, rotos, sucios y descuidados, sin seguridad, nos roban, nos patotean y cuando llegamos a Once, nos cierran las salidas tratando de cazarnos como presas a todos los que pagamos el boleto o abono como corresponde, y los que no, por avivados logran saltar los molinetes sin que para ellos se aplique “la ley” como suelen decirnos. En este país donde les regalamos la plata a los concesionarios y nunca exigimos lo que se firmo en los pliegos cuando se entrego la concesión, solo recaudan y nunca hacen el mantenimiento y se invierte en material rodante, lo de hoy no fue un accidente, eso se llama NEGLIGENCIA, DESIDIA, ESTAFA, ROBO, como quieras llamarlo, pero los de TBA no son los únicos culpables, también tienen responsabilidad los que nunca controlan, quizás porque también están en el negocio de estafar a los Argentinos. Hoy fueron 49 muertos y 600 heridos, los que dentro de poco tiempo pasaran a ser solo estadísticas, como es habitual en este país, o acaso decime si no es historia el accidente de San Miguel hace un tiempo en el San Martín , o el tren de Mar del Plata, el de Flores o tantos otros que ni nos acordamos mas, en la Argentina de hoy donde se manejan premiando a corruptos y castigan a los perejiles esto no se esclarece mas. Escuchando al secretario de transporte diciendo que si hubiese pasado ayer, quizás no seria tan grave porque era feriado, quien es ese entupido para decir esto, tendría que decir que no tiene que pasar NUNCA esto, pero creo que este tipo nunca viajo en el Sarmiento, ni el, ni los que hoy dicen que es producto de la fatalidad, tienen que sufrir a diario las peripecias que pasamos los pasajeros de TBA, trabajadores, profesionales, obreros, jubilados, hombres y mujeres que salen a ganarse el pan dignamente, que no tienen la suerte de tener otra opción que el ferrocarril, familias que hoy están sufriendo por la perdida de algún ser querido o el dolor de por los heridos, si para muchos como yo el destino quiso que no estuviésemos allí, somos los que tenemos que levantar la voz para denunciar esta barbaridad que, para que de una vez por todas sepamos quienes son los responsables, que en nuestro país el transporte funcione como corresponde.
Aquellos que somos creyentes, elevemos una plegaria por los que ya no están, por los que se debaten en un hospital por su salud, y por nosotros los que arriesgamos a diario nuestras vidas viajando en estos bombas de tiempo.
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