Recuerdos del tren...

Recorriendo el interior de nuestro país, vemos con suma tristeza las estaciones de trenes abandonadas o en el mejor de los casos, transformadas en escuelas, centros de jubilados, club de abuelos, y como en el caso de nuestra localidad SAN EMILIO : museo.

Porque no queremos perder nuestro espacios es que apostamos a ellos, y en éste caso si bien paso nuestro tan esperado tren, la estación la hemos la hemos reciclado y apostamos a seguir recuperando espacios del centenario edificio con la ayuda de todos.

Las estaciones de trenes...
Estas últimas, si bien no es la función para lo cual han sido construidas, al menos brindan un servicio a la cultura o la recreación, porque es muy deprimente verlas cubiertas de yuyos, con las chapas voladas, las ventanas sin vidrios y los animales paseándose por los andenes rotos y cubiertos de estiércol.

Y pensar que allí mismo fue donde nacieron tantos pueblos… Crecieron alrededor de la estación ferroviaria, almacenes, fondas, boliches, panaderías y los servicios básicos para que funcione una comunidad
Hoy en día, al haberse quedado sin la principal comunicación (y la más barata), estos pueblos han quedado sin movimiento de mercaderías, de pasajeros, viajantes y por qué no de sueños.
La falta de esperanza ha hecho que los jóvenes que se van a estudiar a las ciudades, ya no quieran regresar y los viejos ya no tengan fuerzas para luchar y buscar alternativas al futuro despoblado.



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